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jueves, 15 de diciembre de 2016

Escudo de monseñor Jorge Mayer

En esta serie dedicada al tema "flores" con ocasión del 485° aniversario del "milagro de las flores" de la Virgen de Guadalupe, no podía faltar algún escudo episcopal que exhibiera alguna flor.  

De entre los cerca de 200 emblemas episcopales que ya hemos mostrado en los seis años y medio de este Blog, hay varios que tienen flores de lis y lirios;  muchos tienen otras flores, a veces no identificadas con precisión;  varios otros llevan rosas en sus escudos episcopales. 

Como la rosa es la flor "por excelencia" ligada al milagro guadalupano, decidimos elegir para hoy a algún obispo argentino que aún no hubiera visitado este Blog,  y que tuviera una rosa en su escudo.

De entre los obispos que cumplían esa condición, seleccionamos para hoy el escudo episcopal de monseñor Jorge Mayer, porque además solía visitar la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, en donde se alojaba cada vez que venía a Buenos Aires. Me lo crucé más de una vez en la casa parroquial.


Nacido en 1915 en la localidad bonaerense de San Miguel Arcángel, Jorge Mayer recibió la ordenación sacerdotal en 1940.  Cuando tuvo lugar la gran reorganización eclesiástica de las jurisdicciones argentinas en 1957, fue designado primer Obispo de Santa Rosa, una de las diócesis creadas entonces por Pío XII.

En 1972 fue promovido a Arzobispo de Bahía Blanca y tomó posesión de esa sede el 21 de julio de ese año. Ejerció el cargo hasta su retiro por edad en 1991. Falleció casi veinte años después, en la Navidad de 2010.



El escudo es cortado y medio partido. 1° de sinople, una rosa heráldica de gules y el botón de oro. 2° de azur, una balanza de sable. 3° de oro (y aquí se complica el blasonamiento) con los que parece querer representar una piedra labrada con el monograma de Cristo.

Lleva acolada  una cruz de oro al modo habitual pero de un solo travesaño; al timbre el galero de sinople con diez borlas de lado, indicador de la dignidad arzobispal.

El lema episcopal es "Minister ac testis".  La frase muy probablemente provenga del libro de los Hechos de los Apóstoles (26, 16): al relatar el episodio de su conversión, San Pablo cuenta que Jesús le dijo:   «Soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate y permanece de pie, porque me he aparecido a ti para hacerte ministro y testigo de las cosas que has visto y de aquellas en que yo me manifestaré a ti»  (Hech 26, 16).

La imagen del escudo proviene del libro "Obispos de la Argentina", de Batres.

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